Alma Mactizl, un desafío con la naturaleza.
Tapachula me recibió con una ola de calor, desde el primer minuto yo estaba empapada de sudor y lo primero que pensé fue ¿por qué vine aquí si no me gusta el calor? Yo prefiero el clima frío, no me gusta donde hace calor pero eso no me iba a impedir conocer nuevos lugares, así que tomé la mochila y empecé a caminar para tomar la combi que me llevaría a lo que sería mi casa por unos días.
Llevar tantas cosas era difícil, no se en que estaba pensando al llevar tanta ropa y cosas, esa sería mi primera lección. Lo primero que quería era meterme en una alberca gigante con agua fría, hacía muchísimo calor y una humedad que nunca había sentido, llegue y deje caer la mochila, estaba fundida.
Lorena me recibiría pero no estaba en la casa, así que Javier me dio la bienvenida a lo que sería mi casa por un tiempo, me mostró la casa, me dio mi habitación y dejó que me pusiera cómoda. De inmediato me di un baño pero tenía miedo, no era una regadera normal como en todos lados, el baño era al aire libre, había un tanque de agua y telarañas por todas partes, yo sentí que saldrían arañas de todas partes y me atacarian pero eso nunca pasó eso en todo el tiempo que estuve ahí.
Recuerdo que la primera noche encontraron una araña gigante en el cuarto de limpieza, por suerte solo la vi en foto pero eso basto para por que yo estaba aterrada, no quería ir a dormir porque sentí que me atacarian las arañas, no dejaba de pensar en esa araña pero finalmente mi temor se quitó conforme pasaron los días.

El lugar esta en Tapachula que es la frontera con Guatemala y bien ¿que había en ese lugar? nada más y nada menos que un centro ceremonial holístico, donde hacían ceremonias de cacao, temazcal, cantos, rezos, terapias, yoga, meditaciones y la comida era vegana.
El centro ceremonial estaba alejado de la ciudad, casi no había transporte y la señal no era la mejor. El centro era grande, tiene varias áreas donde podía hacer lo que quería. Mi favorito era el Yoga Room por que era súper fresco, estaba en la parte de arriba donde podía ver los árboles y las vistas, había mucho silencio, el piso era de madera y andar descalzo ahí era una sensación única, yo iba ahí todas las mañanas para hacer ejercicio, escuchar un podcast o mi música favorita.
La habitación donde yo estaba era grande , había literas de madera, las camas tenían mosquitero pero yo nunca lo usé porque me daba miedo quedar atrapada con las arañas así que lo quite de inmediato, cabe decir que nunca fui atacada por arañas pero siempre tenía ese temor.
Recuerdo perfectamente la primera noche, en medio de la selva literalmente, yo estaba aterrada porque podía escuchar miles de insectos por todas partes, grillos, ardillas en el techo, mosquitos, las ramas de los árboles, era un sin fin de ruidos que escuchaba toda la noche y todo el día, viví rodeado de naturaleza, mis oídos nunca habían escuchado algo así.
Esa noche fue difícil, la humedad, el calor, los ruidos, el temor a las arañas pero estaba tan contenta de estar ahí.

Llegué al final de un retiro de dos semanas y en la cena conocí a todos, una pareja de franceses, algunos de España y diferentes partes de Europa. La energía era difícil de entender por qué todos estaban saliendo de la ceremonia de ayahuasca así que todos tenían un proceso diferente, lo que fue difícil para mí por que no pude conocerlos bien pero pude convivir con todos.
Todos teniamos diferentes actividades dentro de la casa, algunas veces me tocaba hacer el desayuno y comida para todos, otras veces me encargaba de limpiar y ordenar las áreas comunes, las actividades eran sencillas. La comida en la casa era vegana, había una chica de Europa que hacía la comida vegana más deliciosa que he probado hasta ahora, hacía unos smoothies super ricos, unas ensaladas riquísimas, yo siempre estaba en la cocina con ella, preguntando cómo lo preparaba .
En la segunda semana que estuve se organizó un retiro de cacao donde hubo ceremonia de cacao, visita a un cacaotero, temazcal, sanación con cantos e instrumentos y una visita a la cascada. Tuvimos unos invitados, los amigos de Lorena, ellos venían desde San Cristóbal de las Casas para participar en el retiro.
Cada uno de ellos eran tan peculiares e interesantes, yo estaba emocionado por los días que vendrían. Primeramente tuvimos una cena de bienvenida donde todos nos conocimos, conocí a Sarah, el preparo una cena indu para todos, todo estaba delicioso, durante la cena todos nos presentamos, se organizaron las actividades y responsabilidades de cada quien, yo me encargaría de preparar las áreas donde se harían las actividades.

La ceremonia de cacao fue lo primero que se hizo, nunca imagine que el cacao se usará para hacer sanaciones o terapias, se puso una ofrenda con flores, alimentos, decoraciones y a los dioses del cacao, se hicieron cantos y rezos para los dioses, esto con el fin de sanar espiritualmente; la ceremonia empezó con un canto, después se decían las intenciones o peticiones acompañados de más cantos y finalmente tomamos cacao calientito. Es realmente delicioso tomarlo recién molido y tostado, yo estaba muy sorprendida de ver que tan importante es para todos los que estuvimos ahí presentes, es un ritual sagrado.
Al siguiente día hicimos una visita a dos plantaciones de cacao que es donde se asientan los árboles de cacao, nos recibió la familia de choc_elena, ellos son una familia que llevan cultivando cacao por generaciones, nos llevaron a un recorrido por la plantación donde nos explicaron que los árboles tardan entre 4 y 6 meses para poder dar fruto, después se recolecta mediante el vareo, golpeando la copa del árbol para que caigan los frutos, una vez recolectados se seleccionan, se hacen más procesos hasta obtener la semilla que conocemos comúnmente.
Nos ofrecieron pozol, una bebida a base de cacao y maíz de origen mesoamericano que es consumida en Chiapas como una bebida tradicional, pudimos probar cacao y chocolate calientito. En el recorrido pudimos aprender un poco más sobre el proceso para elaborar el chocolate así como la importancia que tiene desde la época de los mayas, la forma en la que era utilizada ya sea desde rituales, sacrificios o como moneda.

Temazcal, una purificación de cuerpo y alma.
El temazcal es un baño de vapor usado en Mesoamérica con fines espirituales, rituales y terapéuticos, es como una especie de casita hecha de piedra y barro, se cubre con telas para que el vapor no escape y se mantenga calientito, se hacen rezos, cantos y se ponen intenciones o peticiones.
Así fue mi primera experiencia en una ceremonia de temazcal...

Se debe preparar suficiente madera para hacer el fuego, piedras que serán las abuelitas en esta ceremonia, mucha agua, hierbas especiales para el temazcal, ropa apropiada, instrumentos como tambores y flautas para acompañar así como cacao.
Lo primero que se hizo fue armar el temazcal, la estructura ya está hecha, le pusieron trapos para que el vapor no escape, después prendieron fuego para calentar las piedras y el agua, todos estamos preparados para ese día, yo estaba muy emocionada por hacer este temazcal, me habian dicho que adentro hacia mucho calor que no todos aguantan la temperatura y salen antes de que termine.
Yo creo que si estas con la mentalidad de que es una ceremonia para sanar y limpiar enérgicamente lo va a ser sino será un simple baño de vapor, yo puse toda la intención de liberar mis emociones, estaba muy contenta.
Venus es quien nos guiaría, la ceremonia se acompañó de cacao, cada uno fue diciendo sus intenciones y peticiones, uno a uno fue entrando al temazcal, se pide permiso y entras a gatas, tomas tu asiento, te relajas...cuando estaban todos dentro, Venus dio inicio a la ceremonia, agradeciendo por el tiempo y el espacio por el que todos estaban ahí reunidos para poder sanar, liberar o lo que quisieras, olía a hierbas, el aroma era intenso. Se pidió permiso para que entraran las primeras abuelitas que son piedras calientes, estas harían que se calentara el lugar, esa era la primera de cuatro puertas. En la tercera puerta estaba más y más caliente pero no tanto como para salir. Se sintieron deliciosossso el calorcito.
En mi mente llegaron recuerdos de una etapa muy fea de mi, lágrimas fue lo que salió ahí dentro, junto con 12 personas que apenas y sabían sus nombres, no sabía que tanto lo necesitaba hasta que lo hice. Al salir del temazcal me vaciaron una cubeta de agua fría, estaba tan tan feliz, lloraba de alegría. Abracé a Monica, a Lorena ya Venus, a todo el mundo jaja estaba contenta.
Mis amigos los milpiés.
Después de una semana hice las paces con la naturaleza, debí adaptarme al cambio, entender que forma parte de mi entorno, me tomó unos días pero dormir tranquilamente era un desafío que pude superar.
Todo el tiempo, cada minuto podía escuchar algún animal, muchos cantos de pájaros diferentes o las ramas de los árboles, en las noches escuchaba a las ardillas en el techo, a veces me asustaba un poco pero me acostumbre. Había muchísimos mil pies que al principio me asustaban pero luego se hicieron mis amigos, eran mis favoritos, super inofensivos, ellos tenían más miedo de mi. También había muchas lagartijas, arañas, aves, ranas, sapos, luciérnagas y mucho más.
Estuve en la temporada de lluvias y puedo asegurar que nunca había visto tanta agua caer del cielo jaja es increíble la cantidad de lluvia en Tapachula, con esa agua lavamanos todo.
Aprendí a adaptarme al cambio, a estar en un entorno totalmente desconocido para mí, vivía en la selva literalmente, todo el día escuchaba a la naturaleza, y eso me dio muchos desafíos que al final logré superar.
